Tegucigalpa. En el marco del 197 aniversario de la histórica Batalla de la Trinidad, la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH) rindió homenaje al legado del general Francisco Morazán con la develación de un busto y un mural conmemorativo en una de las instalaciones de nuestra institución.
El artista y catedrático de la Escuela Nacional de Bellas Artes, Obed Valladares creó el busto, mientras que los artistas de la Secretaría, Alejandra Cabrera y Roger Rovelo, realizaron el mural, capturando en cada detalle el espíritu de la gesta morazanista.
Por su parte, la batalla de la Trinidad enmarca la lucha donde el general Francisco Morazán, venció a las fuerzas oscurantistas y conservadoras, que derrocaron al entonces presidente de la República Dionisio de Herrera.
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Cultura en acción
La SECAPPH, en su compromiso para con la historia realizó un acto solemne encabezado por la ministra Annarella Vélez, la Banda de los Supremos Poderes, la Academia Nacional de Danza “Mercedes Agurcia Membreño”, la Marimba Nacional Alma de Honduras y la Academia Nacional de Arte Dramático.
“Morazán nos enseñó, que la lucha por una sociedad justa no es solo un derecho; sino un deber que debemos asumir cada una de nosotras y nosotros”, recalcó la ministra Annarella Vélez.
Batalla del Valle de Trinidad
En 1827, bajo las órdenes del presidente centroamericano Manuel José de Arce, el general José Justo Milla invadió Honduras con el objetivo de derrocar al gobierno de Dionisio de Herrera. Tras varios enfrentamientos, la batalla decisiva se libró en La Trinidad, el 11 de noviembre donde las fuerzas de Milla fueron rodeadas y atacadas por las tropas aliadas lideradas por Francisco Morazán. Tras cinco horas de combate las fuerzas de Morazán lograron una victoria aplastante, obligando a Milla a retirarse.
La victoria de Morazán puso fin a la intervención militar de Arce en Honduras, la Batalla de La Trinidad fue un punto de inflexión en la historia de Honduras, marcando el triunfo de las fuerzas independentistas lideradas por Francisco Morazán y el inicio de una nueva etapa política en el país.
Este monumento no solo celebra su vida y contribuciones, sino que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia responsabilidad cívica. En un mundo donde los desafíos y divisiones parecen crecer, es crucial que tomemos las enseñanzas de Morazán y trabajemos juntos por la unidad y la paz. Debemos recordar que su sueño de una Centroamérica unida aún está latente en el corazón de cada uno de nosotros.