Tegucigalpa. La música, en su capacidad para conmover almas y enriquecer nuestras vidas, siempre ha tenido un lugar especial en la sociedad. En Honduras, el Conservatorio Nacional de Música «Francisco Ramón Díaz Zelaya» ha sido un faro de luz musical y educación durante décadas. Su historia rica y evolutiva es un testimonio de su compromiso inquebrantable con la formación de jóvenes talentos musicales y su contribución al panorama cultural del país.
Durante 6 años, los jóvenes son preparados en los conocimientos generales de los instrumentos y se busca la profesionalización en cada instrumento.
Un hogar para futuros talentos musicales
Este año, el Conservatorio Nacional entrega a Honduras, otra generación de artistas llenos de talento y sueños por alcanzar, entre quienes destacan: Aurora Sierra Navarro (Violoncello), Celia Carolina Andrade (Contrabajo), Cielo Monserrath Casulá (Violoncello), Gissel Saraí Ruíz (Violín), Lía Fernanda Flores (Violín), Martha Dayana Molina (Piano), Naomi Alessandra Reyes (Violoncello), Tammy Ester Díaz (Viola), Alex Samuel Rovelo (Piano), Danny Edgardo Meza (Percusión) y Joan Alexander Galo (Oboe).
El Conservatorio Nacional de Música «Francisco Ramón Díaz Zelaya» es una joya de la educación musical en Honduras, cuyo legado perdura a lo largo del tiempo. A través de sus diversas etapas de evolución, ha mantenido su compromiso de fomentar el arte y la cultura, y ha dejado una huella indeleble en la historia musical del país.
Una Fundación con Visión
Fundado en octubre de 1936 por el músico y maestro Francisco Ramón Díaz Zelaya, originario del municipio de Ojojona en el departamento de Francisco Morazán, el Conservatorio comenzó como una Escuela Vocacional de Música. Su propósito inicial era la formación de músicos para la Banda de los Supremos Poderes, la cual Díaz Zelaya llegó a dirigir. El Conservatorio se convirtió en un semillero de talento musical que contribuyó a enriquecer las interpretaciones musicales de la nación.
A lo largo de los años, el Conservatorio Nacional de Música ha atravesado varias etapas de desarrollo. Desde su creación en 1936 hasta 1986, se denominó «Escuela Vocacional de Música Francisco Ramón Díaz Zelaya», adscrita a la Banda de los Supremos Poderes. Durante ese tiempo, los estudiantes se centraban en el estudio musical y obtenían un diploma de instrumentista.
Una Evolución Constante
En 1987, cambió su nombre a «Escuela de Artes Musicales Francisco Ramón Díaz Zelaya» y comenzó a otorgar títulos de bachiller en Música, respaldados por la Secretaría de Educación. El 20 de octubre de 1994, dio un paso más hacia su evolución al convertirse en el «Conservatorio Nacional de Música Francisco Ramón Díaz Zelaya», marcando un hito en su desarrollo educativo. A partir del 15 de noviembre de 1995, se estableció el ciclo básico musical y el Bachillerato en Música.
Finalmente, el 1 de febrero de 2015, adoptó su nombre actual, el «Centro Educativo Nacional de las Artes Conservatorio Nacional de Música Francisco Ramón Díaz Zelaya», bajo el acuerdo 1644-SE-2015, con un plan de estudios que incluye el Bachillerato en Ciencias y Humanidades con Orientación en Música.
Hoy en día, el Conservatorio Nacional de Música se encuentra ubicado en la colonia Hato del Medio y forma parte de la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH). Con una población de 121 estudiantes, el Conservatorio continúa siendo un faro de educación musical de alta calidad, nutriendo el talento local y enriqueciendo la escena musical hondureña.